Hay una pregunta que te haces constantemente: ¿por qué mis relaciones de pareja no duran?
Es algo que no entiendes. Cuando no es una cosa es otra, pero siempre termina igual. Es un bucle que se repite una y otra vez.
Tú lo que quieres es estabilizar tu vida y encontrar alguien con quien compartirla, pero nada, tus relaciones amorosas siempre se desgastan.
Aunque, al igual que cada persona es un mundo, cada pareja también lo es, hay una serie de factores psicológicos que pueden explicar lo que está ocurriendo.
Vamos a verlos.
Causas por las que tus relaciones de pareja no duran
Una de las cosas que siempre digo es que, al menos a la mayoría, no nos enseñan a gestionar nuestras emociones.
La mayoría vamos aprendiendo como podemos, a base de errores, y también de aciertos. En esto el tiempo y la experiencia tienen mucho que ver. Y como no, la terapia 😉
El caso es que las emociones juegan un papel muy relevante en las relaciones de pareja, y muchas veces llegamos a relaciones sin tener en cuenta nuestro estado emocional.
Por ejemplo, puede que estemos arrastrando inseguridades, miedos, dependencia hacia otra persona (o a vivir sin pareja), etc. Y eso haga que todas tus relaciones fracasen.
Ojo, porque esto puede estar ocurriéndote a ti, o a las personas que estás eligiendo, siempre de un mismo perfil. De esto si os interesa os hablaré en otra ocasión, de por qué elegimos un determinado tipo de pareja.
Pero volviendo al tema, este puede ser el motivo por el que tus relaciones de pareja no duran.
Si detectas que este es tu caso, una buena idea puede ser empezar un proceso de terapia individual para encontrar estrategias que permitan dejar atrás ese patrón y comenzar uno nuevo.
Ahora bien, puede darse la situación de que emocionalmente tanto tú como las personas que eliges estén estables, y que aun así las relaciones no maduren.
¿A qué puede deberse entonces?
Otras causas por las que las relaciones fracasan
Causa 1 – Expectativas diferentes
Esta es una de las causas más comunes por las que las relaciones no terminan de madurar.
Los planes a largo plazo son una brújula para las personas, pero puede darse el caso de que los planes de uno y otro no sean compatibles.
Esto puede afectar al rumbo que toma la relación, ya que si no se rema en la misma dirección, el barco inevitablemente se hunde.
Consejo – Un buen primer paso es hablar sobre las intenciones que se tienen desde un principio. Por ejemplo, si en un futuro quieres tener hijos, o irte a vivir al extranjero con tu pareja, o cualquier plan que te gustaría realizar.
Esto os hará ver si en un principio vuestros planes de futuro son compatibles, aunque luego haya que hacer algunos pequeños ajustes.
Causa 2 – Un tema de valores
Puede ser que encuentres a una persona con planes de futuro compatibles con los tuyos, pero que sin embargo tenga valores opuestos a los tuyos.
Porque sí, los valores son un pilar en las relaciones.
Valores como la libertad, la independencia, la fidelidad, afectividad, justicia…
Por ejemplo, un valor puede ser que tú seas súper optimista, y que la pareja que elijas sea pesimista a más no poder, y eso te desgaste profundamente.
Consejo – El cuento de que los “polos opuestos se atraen” funciona solo a veces. Aun así, es importante compartir tu proyecto de futuro con alguien con valores similares o compatibles con los tuyos.
Causa 3 – Falta de comunicación
Un clásico entre los clásicos: la falta de comunicación acaba con cualquier relación.
La comunicación, la empatía y la comprensión son básicas, y para ello es necesario saber escuchar, y también saber expresarse.
En consulta he visto infinidad de casos de personas que no sabían expresar sus emociones, y esperaba que su pareja adivinara dónde estaban sus límites y qué esperaba de ella.
También he visto problemas de comunicación relacionados con la evitación de conflictos (me lo guardo todo por no discutir), o estar siempre a la defensiva.
Consejo – Haz que la comunicación sea primordial en tus relaciones, tanto por tu parte como fomentando la comunicación de tu pareja (¡cuántas veces se nos olvida que sabemos preguntar!).
Sea como sea, si detectas que tus relaciones terminan por problemas como este, puedes trabajarlo tanto a nivel individual como en terapia de pareja.
Causa 4 – No saber gestionar el día a día
La última causa de la que me gustaría hablarte es la de no tener la habilidad para gestionar el día a día de una pareja.
Porque sí, al principio todo es de color de rosa, sacas tiempo de debajo de las piedras si hace falta, la líbido está por las nubes y parece que todo es sencillo.
Pero pasa el tiempo, y por el trabajo, por el aburrimiento, por el estrés, por lo que sea, y la relación se enfría.
Y ahí es cuando aparecen problemas, como falta de líbido, discusiones generadas por la convivencia, dificultad para conciliar con el trabajo, etc.
Consejo – Algo que puede funcionarte es mantener las buenas costumbres que se tenían en un principio, como enviar mensajitos inesperados, e incluir nuevas costumbres. Innovar es una buena estrategia para fortalecer tus relaciones.
Estas 4 causas son de las más comunes, aunque hay muchísimas más, pues como te decía, cada pareja es un mundo.
Lo importante es que si estás observando que tus relaciones de pareja no duran, hagas una reflexión de qué es lo que puede estar pasando.
Si te cuesta encontrar respuestas, un proceso de terapia te ayudará a ver con más claridad cuáles son los desencadenantes y a detectar patrones para romper el ciclo.
Cuéntame, ¿por qué otras razones has roto con tus parejas?
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