La inteligencia sexual es un factor fundamental para disfrutar plenamente de nuestra sexualidad.
Y no, no tiene que ver ni con la apariencia física, con la frecuencia de las relaciones ni con ningún tipo de habilidad de seducción.
Podríamos definir la inteligencia sexual como la capacidad que tiene una persona para disfrutar del sexo de una forma sana y satisfactoria.
En este sentido, podemos afirmar que se trata de un tipo de inteligencia que se puede trabajar, al igual que la emocional, la interpersonal, la lógico-matemática…
Por eso en este artículo quiero contarte cómo desarrollarla para conseguir tu mejor versión en el sexo. ¡Toma nota!
Cómo desarrollar tu inteligencia sexual
¿Sabes cuál es el órgano más importante en el sexo? El cerebro.
Para tener una experiencia sexual completa es necesaria la labor conjunta y simultánea de casi todas las partes del cerebro. Los lóbulos occipital, parietal y frontal colaboran y activan diferentes regiones que producen cambios hormonales.
“Un orgasmo se produce, sin embargo, con la activación de casi la totalidad del cerebro, a excepción del lóbulo frontal y la amígdala. La desactivación del lóbulo frontal es comprensible, ya que esto permite dejar de pensar. La desactivación de la amígdala, que por lo demás suele estar implicada en emociones primitivas, sin embargo no se comprende del todo”, advierte en ‘Tu súper cerebro’ (Planeta) – FUENTE: https://www.infosalus.com/salud-investigacion/noticia-ocurre-cerebro-sexo-20190210075943.html
En nuestra cabeza comienza todo, y por eso es esencial para poder darle rienda suelta a nuestra pasión. Así que podemos decir que la inteligencia sexual se basa en tres pilares: educación afectivo-sexual, autoconocimiento y comunicación.
La educación afectivo-sexual es clave, ya que será lo que nos permita tener respeto por nosotros y por los demás, y ser conscientes que si el sexo no es sinónimo de disfrute y nos hace sufrir, hay algo que está fallando.
Esto es importante porque la ausencia de sexualidad inteligente normalmente responde a la ignorancia, prejuicios y creencias limitantes o religiosas.
La educación sexual ha sido la gran olvidada durante años, y desde hace tiempo, torpemente gestionada. Hablamos más de sexo, sí, pero no mejor.
Necesitamos tener la información precisa que nos brinda la educación afectivo-sexual, pero también información de cómo funciona nuestro cuerpo.
Por eso el segundo pilar es el autoconocimiento: porque sin conocer cómo aparece el placer en nosotros, qué tipo de estimulaciones nos funcionan, o qué zonas o prácticas nos excitan, jamás podremos disfrutar realmente.
No hay nada más maravilloso que experimentar, conectar con nuestro cuerpo, conocer nuestras reacciones a los estímulos y aprender a ponerlas en práctica.
Y es aquí, en esta práctica, donde entra en juego el tercer pilar: la comunicación sexual asertiva.
Hablar, preguntar, descubrir lo que le gusta a la otra persona y saber expresar lo que te gusta a ti. Algo que parece sencillo, pero que es complicado a la vez.
También incluimos en este bloque la comunicación no verbal, es decir, la expresión de gestos, de movimientos, del tono de voz…
Ya sea por pudor o por miedo al qué dirán, a veces nos callamos y esperamos que los poderes telepáticos hagan su efecto… Y nos frustramos tratando que otros adivinen lo que está pasando por nuestra cabeza.
Por eso la confianza es súper importante para poder comunicarnos, llegar a acuerdos comunes y ampliar nuestro universo erótico. Y ojo, confianza en la otra persona, pero también en nosotros mismos.
Consejos para potenciar la inteligencia sexual
Además de trabajar en los tres pilares anteriores, hay determinados consejos que te van a ayudar a desarrollarla.
1 – Nútrete sobre el tema: lee sobre sexo, investiga, mira documentales, habla con otras personas… Y abre tu mente a nuevas perspectivas.
2 – Date el permiso para reflexionar sobre tus experiencias sexuales, sobre lo que te ha gustado, sobre lo que no, sobre aquello que te llama la atención y te encantaría probar…
3 – Aprende a comunicar lo que te gusta, lo que no, pero también aprende a conectar con tus parejas sexuales, sobre dar placer a otros.
4 – Si tienes cualquier problema a la hora de disfrutar del sexo, pide ayuda. La psicoterapia sexual puede apoyarte tanto en las dificultades físicas como en los aspectos psíquicos y emocionales relacionados con disfunciones sexuales.
Si quieres saber en qué consiste la terapia sexual, dale al play al siguiente vídeo en el que te lo cuento:
No importa en qué etapa de tu vida te encuentres en este momento, siempre puedes beneficiarte de una vida sexual plena.
Cuéntame, ¿conocías este concepto?