Mucho hemos oído hablar sobre las crisis de pareja pero, ¿sabes qué es realmente y cómo identificarla?
Porque a veces pensamos que las discusiones de pareja son un indicativo de estar pasando una crisis, cuando no tiene nada que ver.
Una crisis va más allá de la discusión, se trata del debilitamiento progresivo del vínculo que os une, de sentir soledad a pesar de estar con esa persona y de sentir que el diálogo no va a arreglar nada.
Pero claro, las señales a veces no son tan evidentes.
Es por eso que aprender a reconocer los indicadores que reflejan una crisis de pareja puede ayudaros a afrontar esta situación.
¿Estamos pasando por una crisis de pareja?
El amor es un sentimiento que nos hace sentir vivos. Se basa en el afecto hacia otra persona, y se sostiene gracias al respeto y a la confianza.
Parece simple, pero es mucho más complejo y contradictorio. Desde el punto de vista psicológico, el amor nace de la necesidad de vincularnos, de sentirse querido y correspondido, de la atracción sexual cuando hablamos del amor de pareja y de la necesidad de seguridad, de apego y de estabilidad.
Es, básicamente, construir un “nosotros” en el que deseemos no sólo nuestra propia felicidad, sino también la del otro.
Sin embargo, en el amor de una relación de pareja también tienen gran importancia otros factores, por ejemplo como sentir que esa relación te compensa, es decir, lo que das y lo que recibes está en equilibrio.
Este es precisamente el comienzo de muchas crisis de pareja, pero hay muchas más. Aquí tienes los principales indicadores.
1 – Falta de comunicación
El diálogo es el oxígeno de cualquier relación. Cuando la costumbre de no hablar mucho entre vosotros, de no expresar emociones o pensamientos, o directamente no hablar con tu pareja porque piensas que no te va a entender, automáticamente se activan una serie de mecanismos que son detonantes de las crisis:
- Nos hacemos más sensibles a los mensajes negativos.
- Empezamos a suponer y sacamos conclusiones que poco o nada tienen que ver con la realidad.
- Estamos más a la defensiva con lo que el otro nos dice.
- Dejamos de escuchar y empezamos a estar pendientes de lo que vamos a decir.
La falta de comunicación comienza a deteriorar la relación, que se llena de orgullo y resentimiento por los conflictos pendientes por resolver.
2 – Falta de intimidad
Además de la falta de comunicación, el estrés, los hijos, los compromisos y el paso del tiempo hacen que la intimidad en la pareja brille por su ausencia.
Y no, no solo me refiero a la falta de sexo. La intimidad empieza en el momento en el que os dais permiso para pasar tiempo de calidad en pareja.
Conocer qué es lo que pasa por la cabeza al otro, qué tal se siente, compartir ese espacio común en pareja, es muy importante.
También el tiempo para divertirse, hacer actividades con las que disfrutéis los dos y que os aleje de la rutina y el aburrimiento.
Ten en cuenta que en este aspecto el sexo es importante, pero más allá de las relaciones sexuales, es importante fomentar esos momentos de conexión, de intimidad y de erotismo que ayuden a que vuestro vínculo se fortalezca.
3 – Expectativas y evoluciones diferentes
El proyecto en pareja es importante, y si vuestros ritmos y necesidades son diferentes, probablemente los problemas comiencen a aparecer.
Las expectativas en una relación son naturales, todos y todas esperamos que nuestra pareja nos aporte lo que queremos para nuestra vida, pero muchas veces las expectativas son irreales y desembocan en frustración, discusiones en torno a lo que se espera del otro, por los hijos o las familias políticas, por el dinero…
Además, este tipo de expectativas pueden provocar que la pareja se vea obligada a cambiar para poder satisfacer, incluso cuando realmente no quiera hacerlo o no haya motivos reales y eso , tarde o temprano, deteriora la relación.
En este sentido, la negociación es la clave. Cuando somos capaces de diferenciar lo que creemos necesitar de lo que realmente necesitamos (es decir, aquellos aspectos que son innegociables) podemos llegar a un punto de inflexión realista desde el que partir.
4 – Desconfianza
Por último, llegamos a uno de los puntos más relevantes dentro de una crisis de pareja, y es la desconfianza.
La confianza, al igual que la desconfianza, se aprende y en muchas ocasiones lo aprendemos de experiencias pasadas y también de tus propias vivencias en tu actual relación de pareja.
A veces ocurren hechos como una infidelidad que sin duda pondrá a prueba vuestra relación, pues cuando esto ocurre, se quiebra gran parte de la confianza entregada al otro y de los compromisos que hayas establecido en tu relación.
En función de tus expectativas, del tipo de relación que tengas y de tu forma de vincularte, dependerá en gran medida si podéis o no superar una infidelidad.
También tienen mucho que ver aquí problemas de inseguridad y de autoestima, dependencia emocional, miedo al abandono o actitudes que son dañinas como mentir, faltar a promesas o irresponsabilidad.
Sea como sea, si la desconfianza se instala en vuestra relación, es importante trabajar en ella para que no acabe con vuestra historia.
¿Qué hacer si estamos pasando por una crisis de pareja?
Que estés aquí leyendo estas líneas ya es un buen primer paso. Si has detectado que probablemente estéis pasando por una crisis de pareja, todavía hay mucho que podéis hacer para salir de ella.
Hay muchas personas que se quieren pero que no saben gestionar bien ese amor, no saben como canalizarlo para que sea una fuente de bienestar.
Es normal, nadie nos ha enseñado, y a veces se nos olvida que una relación es una elección y que vincularse o desvincularse desde el corazón requiere gran apertura hacia el amor y el dolor.
Así que si es vuestra elección estar juntos, os invito a hablar con calma sobre lo que estáis viviendo, y a proponer soluciones para volver a estar bien. Tal vez la terapia de pareja puede ser una buena opción.
Recuerda que una crisis es una oportunidad, y esta puede ser la llave para fortalecer vuestro vínculo y ser felices juntos.
Me estoy divorciando, me lo pidió mi marido. Yo estoy muerta en vida.
Pilar, el divorcio es un proceso doloroso y más aún si no es deseado como me cuentas.
En las rupturas la persona que no quiere separarse necesita más tiempo para asimilar la noticia y poco a poco aceptarla. En esta etapa permítete vivir las emociones que te provoca esta situación por la que estás pasando y si ves que se te hace “muy cuesta arriba” es importante que te dejes acompañar por un profesional que te ayude a superar esta ruptura. Un fuerte abrazo. Cristina.
Muchas gracias por la información, es verdad que cumplíamos todos los requisitos de que estábamos en crisis, yo he intentando por todos los medios hablar, arreglarlo, ir a terapia de pareja, pero ella ha sido rotunda y no ha querido intentarlo ha sido dicho y hecho. Me ha dicho que no me quiere ya como pareja que me ve solo como el padre de sus hijos.
Todo empezó con un mensaje por casualidad que vi, y resulta que estaba entusiasma con un compañero de clases de inglés, ella me dijo que no ha tenido nada con el pero es verdad que como nosotros estabamos mal pues empezó a fijarse mas en los hombres y este en concreto la tenia ilusionada a pesar de haber pasado nada (o al menos eso me dijo), en definitiva ha sido contundente y no me ha querido dar una oportunidad, a pesar de llevar 20 años juntos y mi trato para nada ha sido malo, en fín esa es la vida y estoy en un proceso de adaptación y asimilación porque pienso que ya no hay vuelta atrás ni aunque ella me lo pidiera ahora, ya que el daño que me ha hecho no lo podría soportar dos veces, un saludo y muchas gracias.
Hola Antonio
Disculpa, pensé que ya había contestado tu comentario.
Siento mucho la situación por la que estás pasando, te toca hacer el duelo de esta relación y aprender de la experiencia. Cuando una persona ya no nos ve como pareja, la relación no puede prosperar y aunque es doloroso, es mejor ir aceptando la realidad para así poder cerrar poco a poco la relación. El duelo es un proceso, date tiempo para asimilar y sacar conclusiones para así aprender de esta experiencia. Te mando un gran abrazo. Cristina