“No me gusta el condón.” Esa fue una de las primeras frases que me dijo cuando llegó a consulta.
“Yo lo intento, pero me resulta imposible. Y sé que es importante y conozco todas las ventajas, pero es ponérmelo y venirse todo para abajo…No puedo.”
Sin duda alguna, una de las frases que están en el top 10 de las más escuchadas en mi consulta es la de: “no me gusta el condón”.
Y ojo, hablo de hombres, pero también de muchas mujeres. De hecho, según una investigación en el Journal of Sex Research en 2017, la mitad de mujeres buscan la forma de evitar el uso del condón.
Y otro dato: en España, casi la mitad de los jóvenes (45,6%) de entre 15 y 29 años reconoce haber mantenido relaciones sexuales sin preservativo en alguna ocasión, y un 26,4% dice hacerlo siempre o casi siempre sin él.
A mí, como sexóloga, estos datos me dan que pensar, y mucho.
Si aplicamos el sentido común, el preservativo tiene ventajas que muchos otros métodos anticonceptivos no poseen y que todos conocemos más que de sobra; además de proteger contra embarazos no deseados, protege contra enfermedades graves que pueden llegar incluso a la muerte.
Así nos lo dice la OMS: los preservativos son el único método anticonceptivo que puede evitar tanto el embarazo como la transmisión de infecciones de transmisión sexual, incluida la causada por el VIH.
Entonces, aun sabiendo todo esto, ¿por qué preferimos no usarlo? Vamos a analizarlo.
Por qué no gusta hacerlo con condón
“Es que me aprieta mucho”, “es que no puedo mantener la erección”, “no puedo eyacular”, “es que no se siente igual…”, “es que me irrita la vagina”.
Aunque los argumentos para no utilizar condón son muchos y variados, son éstas las razones más comunes por las que a algunas personas no les gusta usarlo en sus relaciones sexuales.
Razones que son más mito que realidad, y de las que muchas veces nos da vergüenza hablar.
Empecemos por el principio: el condón no es lo que causa la pérdida de la erección ni disminuye la sensibilidad ni sensaciones durante la penetración.
Si este es tu caso o el de tu pareja, es importante ir a las circunstancias del momento, o incluso a creencias arraigadas de que el condón afecta, y actuar desde allí.
Por ejemplo, lo que puede estar afectando a la erección es preocuparse anticipadamente porque la erección se pierda basándote en experiencias pasadas (ya sabes la importancia que tiene mantener tu mente concentrada en el placer de ese encuentro íntimo para poder disfrutar plenamente).
También pueden estar influyendo creencias en las que nos autosugestionamos pensando que no es lo mismo, tanto para ti como para la pareja, y que eso termine afectando.
Así que si este es el motivo por el que no te gusta el condón, puedes empezar buscando ahí.
Otra cosa que puede estar afectando a la erección es no saber colocarse el preservativo correctamente, no hacerlo cuando el pene está totalmente erecto y firme, o no estar usando uno de la talla o forma adecuada.
Porque sí, en todo esto la talla y la forma del condón son muy importantes. Si el hombre se siente incómodo al tener el preservativo puesto, puede ser una sensación subjetiva muy incómoda y real que se debe a que no tiene el ancho o la forma adecuada a su pene.
También pueden darse síntomas de alergia al látex en cualquiera de los dos que se estén ignorando, como molestias, picores, enrojecimiento… O incluso puede ser un problema de lubricación.
Lo mejor es que para todo esto hay soluciones: condones de distintas tallas y formas, sin látex, lubricantes a base de agua, preservativos lubricados…
Prefiero seguir sin usar condón
Por experiencia, sé que aunque conozcas de sobra las soluciones para evitar que el condón interrumpa el placer del encuentro sexual, e incluso conozcas datos como:
- que el condón te protege de las ETS y de embarazos no deseados,
- no necesita receta y es muy económico,
- evita los efectos secundarios de los métodos anticonceptivos hormonales,
Y un sinfín de información científica, sigas prefiriendo no usar condón.
Mi opinión como sexóloga es que este método es fundamental si tienes sexo esporádico o estás empezando a salir con alguien. Te diría que, si ésta es tu situación, “sí o sí” deberías usarlo.
Incluso si estás usando otro método anticonceptivo para evitar embarazos, es buena idea usar condones para protegerte contra las ETS.
Créeme que te sorprenderías de la cantidad de personas portadoras de enfermedades de transmisión sexual que no saben que la tienen y la contagian, desde ladillas hasta clamidia, pasando por herpes genital, sífilis, tricomoniasis…
Aun así, ¿todavía tienes dificultades para disfrutar con el condón de tus relaciones sexuales?
1 – Prueba a mantener los preliminares mientras te/se lo pones. De esa manera la interrupción será mínima. Concéntrate en los besos, por ejemplo, o que tu pareja se involucre y haga de ese momento algo sensual.
2 – Tenlo a mano siempre y prepáralo para hacerte la vida más fácil. Por ejemplo, déjalo preparado debajo de la almohada, así no tendrás que levantarte y perder el momento.
3 – Buscad alternativas entre distintas marcas y modelos hasta que encontréis el ideal para vosotros.
4 – Y si a pesar de todo este método es el ideal para tu situación pero sigues con dificultades a la hora de usarlo, es posible que estés pasando por alto alguna cuestión importante. En consulta podemos identificarla y solucionarla.
Espero que con esta información puedas tomar la mejor decisión. Una decisión que puede marcar el resto de tu vida.
¿Cuál es tu excusa para no usar el condón?